CUESTIONARIO DE NIVELACIÓN
CLICK AQUÍ PARA DESCARGAR LA IMAGEN
SEMANAS 5 Y 6: 26 OCTUBRE AL 06 DE NOVIEMBRE
SEMANAS 3 y 4: 13 AL 23 DE OCTUBRE
FALSOS POSITIVOS.
Guía para entender qué pasa con los mal llamados falsos positivos
La información entregada sobre los falsos positivos en la mayoría de los casos es dispersa y tiende a desconocer la responsabilidad del gobierno de Álvaro Uribe, la existencia de una directiva ministerial secreta y el lugar de los medios corporativos de comunicación en la legitimación de acciones de guerra, sin problematizar los resultados. Aquí comparto esta guía que espero les genere más preguntas y la necesidad de problematizar cada vez que lean una noticia sobre este tema.
Ahora, esta directiva ministerial secreta la firmaron las altas esferas de la fuerza pública y el entonces ministro de defensa Camilo Ospina Bernal, entre ellos se encuentran militares acusados por violaciones a DDHH, narcotráfico, vínculos con paramilitares y corrupción.
Frente a la situación el entonces presidente Álvaro Uribe Vélez dijo cosas como: “solo fueron 28 casos” o “esos jóvenes no estaban propiamente recogiendo café”.
Ahora, los jóvenes de Soacha ni siquiera son el 0.1% de los casos de ejecuciones extrajudiciales en el país. Se destapó el escándalo por ellos, porque el municipio es pegadito a Bogotá ¿se imagina cómo fue en el resto del país?
Otro dato: pueden ser más de 10.000 víctimas, recuerde que en 2012 se perdieron de la Procuraduría supuestamente cerca de mil expedientes de ejecuciones extrajudiciales, eso es lo que está informado y da cuenta de las estrategias para ocultar lo sucedido.
Ministerio de Defensa, Camilo Ospina Bernal: después del “escándalo de los Falsos Positivos”, el ex presidente Uribe ternó a Camilo Ospina Bernal como candidato a Fiscal General de la Nación. La Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, envió una misiva a la Corte Suprema de Justicia en la que palabras más, palabras menos dice que es el colmo.
Comando General de las FFMM: el comandante de las FF.MM era en aquel entonces el General Freddy Padilla de León, quien durante los últimos años ha sido señalado por su responsabilidad en la masacre de Caño Jabón en 1998. El General fue embajador de Colombia en Austria, posteriormente fue candidato al Senado de la República por el Partido de La U, sus aspiraciones no prosperaron.
Comando Ejército Nacional: el comandante del Ejército Nacional era el General Martin Orlando Carreño Sandoval, quien fue denunciado por vínculos con el jefe paramilitar Salvatore Mancuso en Antioquia, junto al General Rito Alejo del Río, mientras Álvaro Uribe se desempeñaba como gobernador de dicho departamento. Además fue quien diseñó la fórmula de los incentivos, según HRW.
Comando Fuerza Aérea: el entonces comandante de la Fuerza Aérea Colombia era el General Edgar Lesmes Abad, estuvo implicado en un caso de narcotráfico en la FAC, cuando un avión fue descubierto en noviembre de 1998 en la base militar de Fort Lauderdale, en Florida procedente de Bogotá para una revisión de mantenimiento. La revisión dio como resultado el hallazgo de 666,9 kilos de cocaína y kilo y medio de heroína.
Policía Nacional: el director de la policía, General Jorge Daniel Castro Castro, tiene abiertas investigaciones en EE.UU por vínculos con paramilitares, además de investigaciones por las ‘Chuzadas’.
Departamento Administrativo de Seguridad DAS: el entonces director del DAS Jorge Noguera, lideró el espionaje desde la entidad, además está relacionado con presuntos vínculos con grupos paramilitares. Está detenido por su presunto papel en los asesinatos de Jaime Garzón y Manuel Cepeda y en interceptaciones ilegales. Jefes paramilitares lo relacionan con Carlos Castaño, y lo vinculan con el secuestro de Piedad Córdoba.
Cuerpo Administrativo de Investigación CTI: la directora del Cuerpo Administrativo de Investigación CTI, Marilú Méndez Rada, fue acusada por delitos de peculado por apropiación a favor de terceros, tráfico de influencias y falsedad en documento público, el 31 de julio de 2012.
Los medios corporativos de comunicación durante los mandatos de Uribe se enfocaron en presentar las cifras duras del gobierno sin contrastarlas con otras fuentes. Después del escándalo, medios como El Tiempo no mencionaron en la sección de noticias la Directiva Ministerial Secreta 029 de 2005, lo que contribuyó a amplificar la idea de «manzanas podridas» y ocultar la verdad sobre los hechos.
Los medios corporativos de comunicación siempre hablaron de “Falsos Positivos”, como una manera de minimizar el asesinato de jóvenes inocentes por parte del ejército. Por otra parte, sí en El Tiempo en la sección de noticias mencionan “Ejecución Extrajudicial” 20 veces en tres años, es una exageración.
Es importante que siempre hablaron de manzanas podridas para no tocar la estructura militar detrás de las desapariciones, torturas y asesinatos.
Hablemos de enemigos. El país fue testigo de la construcción política y mediática de un enemigo común “el terrorista”, que básicamente era todo y nada, era lo que el gobierno necesitaba que fuera. Entonces aquí nos metemos con la construcción del terrorista que hace Zizek a partir de Agamben: hace muchos años en un pueblo tranquilo y feliz apareció un ser peligroso que llenó de oscuridad la vida de todos. No era un hombre, no era un lobo, era un hombre lobo. Como no era ni una cosa ni la otra, era legítimo asesinarlo por el bien de todos. Nadie lo lloraría. Era necesario matarlo. Según Giorgio a ese ser se le llama Homo Sacer y según Slavoj esa es la base del terrorista.
Dirán ¿eso qué tiene que ver con las ejecuciones extrajudiciales? Pues todo. Llegamos a un punto tal en el que la vida no era valorada, el enemigo no era considerado un interlocutor válido (Schmitt distingue al enemigo «partisano» como aquel con el que se puede hablar y el enemigo «pirata», como al que toca eliminar) y por eso su eliminación era motivo de alegría, recordemos la presentación de la mano de Iván Ríos, el cuerpo de Raúl Reyes. Esa deshumanización del otro nos llevó a ver como si nada cuerpos sin vida y celebrar la muerte.
Sigamos, en el gobierno de Uribe fuimos testigos de lo que Guy Debord llama la sociedad del espectáculo, que palabras más palabras menos consiste en presentar la información desde aspectos anecdóticos, todo muy por encimita para que el espectador no tenga suficientes herramientas que le permitan realizar una decodificación crítica del mensaje.
Entonces nos estrellamos con Foucault, porque ese control de la información de los medios corporativos, la selección, la forma en la que es distribuida, como dice ese maravilloso francés “tienen por función conjurar los poderes y peligros, dominar el acontecimiento aleatorio y esquivar su pesada y temible materialidad”.
La información presentada es producto de la investigación para la tesis de maestría “Del poder y los telones: los medios de comunicación y la legitimación de crímenes de Estado. El caso de los Falsos Positivos”. (Rescatado de: https://www.revistahekatombe.com.co/guia-para-entender-que-pasa-con-los-mal-llamados-falsos-positivos/ )
COMPROMISO:
SEMANAS 3 y 4: 13 AL 23 DE OCTUBRE
Entregable 1: Mentefacto sobre el concepto de estado.
CUARTO PERIODO: SEMANA 1 y 2: 21 DE SEPTIEMBRE AL 02 DE OCTUBRE
CUARTO PERIODO.
¿Cuál
ha sido el papel del estado colombiano en la configuración de la violencia
social?
TÓPICO GENERATIVO:
¿Un Estado Violento?
META ESPECÍFICA:
El estudiante comprenderá algunos fenómenos de violencia que se han dado en nuestro país y la participación del estado en éstos.
TÓPICOS ESPECÍFICOS:
·
Falsos positivos
·
Limpieza social
¿Qué son los crímenes de lesa humanidad?
DESEMPEÑOS:
El estudiante se introduce en las dinámicas de violencia producidas por el estado Colombiano, sobre todo en las dos últimas décadas.
El estudiante analiza los principales fenómenos de la violencia de estado de las dos últimas décadas.
El estudiante asume una mirada crítica frente a las dinámicas de violencia producidas a los largo de la historia por el estado colombiano.
ACTIVIDADES EVALUATIVAS:
Taller diagnóstico: Debate sobre el Fenómeno de la Violencia.
Entregable 1: Mentefacto sobre el concepto de Violencia.
Entregable 2: Investigación y exposición sobre fenómeno de la limpieza social.
Mapa mental sobre el concepto de seguridad.
¿Un Estado Violento?
El Estado
Corría el año 1651 cuando las imprentas renacentistas confinaban en papel y tinta, bajo el epígrafe Leviatán, o la materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil, el pensamiento del intelectual inglés Thomas Hobbes sobre el Estado. Si bien antes de que este filósofo inglés plasmase sus ideas sobre el gobierno y la naturaleza del Estado en esta obra, otros autores, tales como el famoso Nicolás Maquiavelo o el absolutista Jean Bodin, ya apostaban por un poder fuerte, centralizado y necesario como rector de la vida social y política. Es a Hobbes a quien se le reconoce el haber iniciado el pensamiento político moderno, rompiendo con los moldes medievales precedentes. La percepción pesimista de Hobbes sobre la naturaleza humana (condensada en el aforismo homohomini lupus, adaptado libremente del escritor latino Plauto) y la obvia necesidad de un mínimo orden social para el desarrollo de la vida en común, encaminaron su pensamiento por una dilatada reflexión que concluía en la necesidad de un pacto social que hiciera posible el desarrollo pleno de la sociedad. El estado natural del ser humano es de individualismo beligerante, un egoísmo feroz a la horade satisfacer sus deseos y necesidades. Egoísmo que no repararía en recurrir a la violencia para su consecución si así fuera necesario. Por ello, la convivencia pacífica y fructífera se volvería algo imposible si el ser humano fuera dejado a su libre albedrío, ajeno a un gobierno y a las consecuencias punitivas de sus actos. Lejos de cooperar, las personas en pleno disfrute de su libertad, competirían fratricidamente entre sí, en estado de guerra constante, por cubrir y satisfacer sus necesidades. Se impondría así la ley del más fuerte en un estado de conflicto interminable, que imposibilitaría el desarrollo de una sociedad sana, de una convivencia colectiva en la cual se pudieran alcanzar tanto una vida segura como los frutos del trabajo y el esfuerzo intelectual, sólo posibles como consecuencia del disfrute de tal paz. Por ello, para poder acceder a la tranquilidad de una vida apacible que evite el conflicto constante y generalizado, los individuos libres, de muto acuerdo, suscribirían un contrato que, limitando su libertad, cedería ésta a un único soberano, monarca absoluto, que velara por el orden y la convivencia pacífica en sociedad. Este alegato en favor de un poder único, centralizado y monolítico, supuso el inicio de una filosofía política que tendría eco en las ciencias sociales que estaban por nacer.
[...] Violencia y Estado: Conclusiones Hemos repasado, de forma superficial y a vuelo de pájaro, diversas teorías sobre el Estado, la guerra y la violencia. Ambos conceptos, tratados desde antiguo en diversas ramas de la ciencia, han recibido escasa atención en antropología. Solamente en años recientes se han empezado a trabajar como objetos de estudio por derecho propio en la disciplina. El Estado ha pasado a ser considerado una máscara o pantalla, ficción que se reproduce en el día a día, en los encuentros cotidianos con los agentes que representan dicha idea. La guerra y la violencia, de ser comprendidos como sempiternos fenómenos universales, intrínsecos al sustrato genético de la especie humana (y a los primates predecesores de la especie), han pasado a asociarse a la aparición de las ideas de Estado y a ciertas condiciones socioeconómicas únicamente presentes en la reciente historia humana (la excavaciones correspondientes a épocas paleolíticas no parecen mostrar evidencias de guerra para todas ellas, lo que acercaría la aparición del fenómeno más acá en el tiempo). ¿Cómo relacionar ambos conceptos, Estado/poder y guerra/violencia? El Estado, en Hobbes, ese soberano despótico y autócrata, debe existir para contener (coercitivamente) la violencia y guerra permanente a la que la naturaleza humana nos condena. Otros autores, como Ferguson, Spencer o Malthus ven la guerra, inherente al ser humano, como un mal necesario que cohesiona sociedades y hace cooperar a sus integrantes frente al enemigo externo, impele al descubrimiento y el avance tecnológico y regula demográficamente poblaciones que exceden los límites del sustento. Weber, como hemos visto, observa en el Estado la capacidad legítima del empleo de violencia; mientras que las teorías marxistas describen al Estado como una fuerza represora, con capacidad (y necesidad) de ejercer la violencia en su labor de guardián del orden burgués capitalista. El Estado, en esta acepción, existe para garantizar las relaciones de clases, en sí mismas conflictivas, entre trabajadores (productores directos de la riqueza) y clase dirigente (apropiadores de la riqueza producida por los primeros). Krader (1968), en su ya clásico repaso de las teorías sobre el surgimiento del Estado, absteniéndose del debate (ya por aquel momento abierto) sobre la utilidad del empleo de dicha categoría en las ciencias sociales, define éste (muy en la vena weberiana) como aquel nivel de organización representado por una autoridad central justificada por algún tipo de ideología, autoridad que controla la única forma de violencia legítima dentro de un territorio determinado, ya sea frente a enemigos externos a o al interior de él. De nuevo, la violencia se vincula al Estado como elemento diagnóstico y definitorio de su naturaleza y función. El jefe guayaquí, que Clastres tan vívida y elocuentemente nos describía, amparaba su débil poder y frágil mandato en la guerra, espacio donde existía la posibilidad de adquirir estatus que hiciera posible su trémula estancia en el liderazgo. Nordstrom observa cómo la guerra y la violencia, visiblemente manipuladas y expuestas en los cuerpos, en los cadáveres y las ruinas, domestica a la población, esparce el miedo y la aquiescencia hacia los designios de aquellos poderes que ostentan la capacidad de torturar, violar, destruir, saquear y matar. La violencia y la guerra, además de ser un enorme negocio que produce ganancias sustanciales, es una forma de controlar y de garantizar la docilidad de contingentes de población temerosa de la crueldad física y psicológica que la violencia hace visible en cuerpos vivos mutilados, cadáveres en las calles o en bombardeos, pillajes, saqueos y matanzas indiscriminadas. “Violence is employed to create political acquiescence; it is intended to create terror, and thus political inertia; it is intended to create hierarchies of domination and submission based on the control of force” (Nordstrom, 2004:62). Begoña Aretxaga, en su influyente artículo ya citado, vincula el Estado, como fantasía que se materializa en los encuentros del día a día entre aquellos que representan tal idea y los ciudadanos bajo su férula, con la violencia del control físico, en parte con fundamento en los trabajos pioneros de Foucault. Este pensador francés apuntaba cómo se produce una transformación en las formas de dominación y control de las poblaciones en el transcurso del siglo XVIII. La gubernamentalidad se trasladó, durante el desarrollo de dicho siglo, de un poder absoluto y despótico hacia nuevas prácticas y discursos que centraban su atención en la “domesticación” y ordenamiento de los cuerpos. (Rescatado de: http://www.scielo.org.mx/pdf/rcsl/v5n10/1665-899X-rcsl-5-10-00178.pdf )
COMPROMISO:
SEMANAS 1 y 2: 21 de Septiembre al 02 de octubre
Organización de grupos para debate sobre el fenómeno de la violencia.
SEMANA 10: 14 AL 18 DE SEPTIEMBRE
CÁTEDRA
TOLEDISTA POR LA PAZ 10
1.
“Cuando
llegó a la presidencia Uribe (2002-2010) contaba socialmente con el desgaste y
cansancio en amplios sectores de la sociedad que había causado el largo
conflicto armado, como la clase media que se sentía confundida y sin horizonte
e ideológicamente ambivalente; con las capas de la población más pobre y
excluida de cualquier beneficio del Estado social de derecho, que empezaron a
amar al opresor y a odiar a quienes de tiempo atrás venían luchando y
ejerciendo la oposición a la opresión y explotación históricas, a quienes ya
habían puesto una alta cuota de muertos causada por la represión de las clases
que detentan el poder desde la época republicana”. La frase: “Cuando llegó a la presidencia Uribe (2002-2010)
contaba socialmente con el desgaste y cansancio en amplios sectores de la
sociedad que había causado el largo conflicto armado”, puede estar
indicando qué:
A.
el
conflicto ayudó a impulsar la popularidad del expresidente Uribe en la medida
que este asumió como un mandato de su gobierno la lucha contra la guerrilla.
B.
los
sectores más golpeados por la violencia vieron en el expresidente a una especie
de “salvador”, que por fin colocaría fin al sufrimiento que tantos años de
conflictos habían provocado.
C.
el
expresidente llegó en el momento justo y tuvo suerte de encontrar un país en
tal situación social, lo que le permitió sacar adelante su proyecto político.
D. A
y B son correctas.
2.
“A nadie le cabe duda que el mensaje extremista y guerrerista
de Uribe logró unir la mayoría del país contra las guerrillas, polarizando la
sociedad a un nivel nunca antes visto en la historia reciente, con la excepción
de la época de La Violencia que desató el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el
9 de abril de 1948”. A partir de esto podríamos deducir que:
A. el
mensaje bélico promovido por la figura del expresidente Uribe fue una arma
política que le ayudó a obtener la presidencia.
B.
el mensaje contra la guerrilla no tuvo nada
que ver con la victoria del expresidente Uribe, esto fue producto de la fortuna.
C.
los
discursos promotores de odio son vacío y por lo tanto no contienen ningún poder
político, sin embargo no se pueden dejar al mero azar sus consecuencias.
D.
la
política colombiana es hija de la violencia en su totalidad. La historia nos
muestra que esto siempre ha sido así en nuestro país.
3.
“Ese discurso gangsteril pero pegajoso y oportuno para el
momento que vivía el país, logró construir el consenso y la alianza mayoritaria
[…], agrupándola en una especie de frente clasista de derecha”. Con esta
expresión el autor está haciendo alusión a:
A.
el discurso promovido en su momento por
el expresidente era criminal y discriminatorio hacia algunos sectores de la
sociedad colombiana.
B.
el
discurso promovido por el expresidente, aunque era clasista se tornaba
necesario por el momento histórico que vivía el país.
C.
el
expresidente fue un promotor de los valores burgueses de las élites colombianas
que siempre se han creído europeas.
D.
Colombia
es una patria boba por creerle a un personaje lleno de tanto odio como el
expresidente Uribe.
4.
El
plan Colombia fue una estrategia política gestada y promovida en los Estados
Unidos con el fin de promover una revitalización social y económica. Esta
política consistió en la inyección de un grueso capital por parte del país del
norte a la nación sudamericana. Sin embargo, no son pocos los reportes que
hablan del fracaso de esta política en lo social, económico y también en lo
militar. Desde esta perspectiva podemos decir que el plan Colombia:
A.
tuvo
algunos aciertos importantes, pero que la corrupción endémica de nuestro país
lo hizo inviable posteriormente.
B. que
el plan Colombia fue una política que no indagó en las necesidades reales de la
gente, pues de haberlo hecho se pudo identificado mejor las necesidades
sociales reales de las comunidades.
C.
nació
muerto al gestarse en otro territorio, pues hubiese dado lo mismo que se
hubiese implementado en Asia que en Colombia.
D.
A
y C son correctas.
5.
Horacio Serpa, jefe del Partido Liberal, el cual pronuncia su
escepticismo frente al Plan Colombia, pues, como otros analistas, consideran
que el programa debió acabar con el narcotráfico y no la guerrilla y, según
varios de ellos, se ha acabado la guerrilla y no el narcotráfico. Con base en
lo dicho por Horacio Serpa podemos concluir que:
A.
el
plan Colombia era una política buena, pero los analistas no lo ven así y
prefieren señalar los aspectos negativos.
B.
el
plan Colombia fue idea de él, pero que muchos analistas comenzaron a emitir
juicios incorrectos obre su persona.
C. que
el propósito del plan Colombia fue trastocado, perdiendo el rumbo y por tanto
dejando sin solucionar el problema que pretendía acabar.
D.
que
Horacio Serpa buscó ganar protagonismo con el plan Colombia y por eso es
necesario que los analistas aclaren la situación para que éste no se robe los
buenos resultados de esta política.