martes, 27 de octubre de 2020

SEMANAS 5 Y 6: 26 OCTUBRE AL 06 DE NOVIEMBRE

 SEMANAS 5 Y 6: 26 OCTUBRE AL 06 DE NOVIEMBRE 


¿Qué entender por exterminio social? ¿Qué es lo que constituye propiamente su práctica, eso que lo diferencia de otras violencias? Una formulación inicial pone sobre la mesa el contenido que le confiere su singularidad: se está en presencia de un episodio de aniquilamiento social cuando se produce el repetido asesinato en la calle de una identidad socialmente conflictiva. Son entonces cuatro sus rasgos distintivos: la condición social; la identidad conflictiva; su ocurrencia en la calle; el carácter repetido y sistemático. En medio de la violencia colombiana, degradada y multiforme, los conflictos se superponen unos sobre otros borrando las fronteras entre los actores, mezclando sus razones y combinando las estrategias60. El ejemplo paradigmático lo hace la guerrilla, la violación de los derechos humanos y la financiación mediante el narcotráfico —dos prácticas en las que incurrió con demasiada frecuencia— oscurecen los deslindes entre lo político y lo criminal. Todo intento de acotar una violencia bajo parámetros definidos corre pues serios riesgos. Con todo, no es posible renunciar a la tarea de caracterización, menos cuando se pretende establecer la especificidad del conflicto violento en la ciudad. Los cuatro rasgos señalados socorren el propósito, en cuyo caso corresponde mirarlos uno a uno.

LO SOCIAL.

El término “limpieza” ha sido empleado por actores de un sinfín de conflictos. El régimen nazi —otra vez un notable ejemplo— se empeñó en “limpiar” la raza aria de la impureza judía, tan seguros de su causa que segaron la vida de seis millones de personas. En Centroamérica, tanto antes como durante las conflagraciones armadas, fue invocada por los escuadrones de la muerte que pulularon en Guatemala, Nicaragua y El Salvador, entregados al asesinato sistemático de contradictores políticos61. En Colombia, así mismo, los grupos paramilitares emplearon el verbo “limpiar” para justificar el aniquilamiento de campesinos reputados de ser la base social de la guerrilla. En cada ocasión en que se han cometido grandes genocidios, el término suele aparecer cargado de su prodigiosa capacidad de exonerar de toda culpa. El término de “limpieza” en general, así las cosas, refiere el asesinato de población civil desarmada, gentes exterminadas al amparo de su condición de estar al margen de la confrontación armada. Sin embargo, el acontecimiento que convoca estas páginas se refiere a la llamada “limpieza social”, un calificativo que configura una práctica dotada de la particularidad de incidir sobre los conflictos de los arreglos de la vida diaria. Así, se convierten en blanco de persecución y aniquilamiento personas dedicadas al robo, al comercio sexual, al consumo de sustancias ilegales o que son consideradas improductivas. De tal suerte, la “limpieza” en abstracto debe ser calificada, su perfil específico se delinea dentro de un contexto y una intencionalidad definiendo desde allí varios tipos: la política, la étnica, la social. Cada una posee sus peculiares atributos, sus actores y estrategias específicas. En el camino de perfilar la especificidad del exterminio social se echa mano de los dos esquemas de representación del conflicto esbozados en la Introducción —a propósito del silencio de la Academia—. Frente al esquema de la reducción del conflicto violento al conflicto armado, aparece la singularidad de esos otros escenarios no conectados de manera directa a la guerra. Es el caso de la ciudad, como se dijo gobernada por gramáticas particulares: ni quien perpetra el aniquilamiento social ni su víctima están inscritos en la lógica del conflicto armado, las motivaciones y procederes de uno y otra se cuecen en esferas distintas, unas propias de las maneras como se construye la vida en la ciudad. El testimonio de Rogelio evoca los conflictos del universo local, “los ladrones y el vicio”, dos motivos que justifican las matanzas en las que participó “[para que se les quite] la maña de atracar, no volvieron a robar acá porque tocó ponernos los pantalones” (CNMH-IEPRI, 2012, Testimonio de Rogelio, Ciudad Bolívar). (Tomado de:  https://www.centrodememoriahistorica.gov.co/descargas/informes2016/limpieza-social/limpieza-social.pdf ) 


COMPROMISO: 

Semana de exposiciones para profundizar en las temáticas desarrolladas. Todos los grupos de exposiciones deben estar preparados para exponer según los lineamientos dados en clases anteriores. 

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